A veces llegan cartas

Hace unos días llegó una. Una especial. Dentro traía tal cantidad de amor que me es imposible explicarlo. Y las fotos tampoco le hacen justicia.

Cada pedacito de tela es más bonito que el anterior. Flores, mariquitas, letras chinas... Telas que se merecen estar en la más hermosa de las labores, y no en cualquiera de mis chapucillas. No por su tejido ni por su estampado sino por el cariño con que sé positivamente que han sido cortadas.

También había una bolsa, una hermosa bolsa de tela verde con un dibujo dorado, hecha a mano y que contenía una camiseta con una aplicación (que creo que se llama SunBonet), todo ello de la mano de Juani, mi amiga colchera, a la que cómo agradacerle todas las molestias que se ha tomado.

Pero también, además de telas y trabajos, había una postal. Una postal escrita por ella con unas palabras tan bonitas, que merecerían estar en la enciclopedia de la amistad desinteresada. Juani, cariño, incluiré tus telas en alguno de mis trabajos; Irene llevará algún día tu camiseta; incluso tengo un uso especial destinado para la hermosa bolsa verde. Pero la tarjeta, querida Juani, la tarjeta es algo muy especial. Y como tal ocupa un lugar especial entre las cosas que he ido guardando desde que empezamos esta carrera. Carrera superior, por la duración ;-)

GRACIAS, AMIGA.