En aquellos momentos éramos optimistas en cuanto a plazos, soñábamos con ser uno más en apenas un año, además nos citaron para la primera visita, la entrevista con la asistente social, para unos días más tarde, el 28 de noviembre. Pensábamos que todo iba muy rápido y que éramos afortunados.
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Lo éramos. Aunque no se cumpliera ninguna de nuestras expectativas respecto a tiempos. El tiempo no nos ha traído aún a nuestro tesoro oriental, pero a cambio nos ha traído los mejores amigos que hubiéramos podido soñar encontrar. En algún sitio, de algún modo, el anciano que ata a las personas que están destinadas a encontrarse a pesar del tiempo, del lugar y de las circunstancias, ató un hilo rojo desde nuestro corazón al de nuestros amigos, de tal manera que ya nunca podremos soltarlo.
Gracias a todos vosotros por estar ahí. Nos consideramos afortunados de que hayáis pasado a formar parte de nuestras vidas.
Nosotros tb estamos orgullosos de vuestros amigos y aprender con ustedes día a día compartiendo esta espera. Pq la alegría q disfrutaremos cuando llegue el momento será tan grande q todo el camino habrá valido la pena!!!
ResponderEliminarOQMMMMMMMMMM Besitossssss
Los tiempos de espera se han hecho muy largos, pero la recompensa merece y mucho la pena.
ResponderEliminarEse anciano no será...
ResponderEliminar¡EL ABUELO! :-)
Besos y enhorabuena (cada día, un día menos, y esto lo digo sin pagar derechos de autor, jejeje).
Os queremos (a los cinco),
. . . . FJ (el que escribe) y María
Deseo que esta se haga mas corta pronto. Un abrazote desde Texas y que se que vengan ya ya ya....
ResponderEliminarMei-Ling
Muchas felicidades, guapetona. En esta larga espera ya se sabe que lo importante es ir descontando aunque sea poco a poco. Y aunque la espera es muy dura es cierto que nos aporta muchísimas cosas que, al menos yo, no contaba con ellas
ResponderEliminarBesos
El abuelo si que ha tenido mucho que ver.
ResponderEliminarGracias por formar parte de nuestra familia y dejarnos ser parte de la vuestra.
Os quiero.
Silvia.