Qué puedo decir?

Por confiar. Por ilusionarme. Por no ser fiel a mi filosofía, aprendida a lo largo de tantos meses, de no esperar ninguna alegría. Por no quedarme con el peor escenario. Una larga semana durmiendo mal, despertándome varias veces cada noche, soñando cosas horribles que me hacían despertar entre lágrimas y sudor. Una semana siendo incapaz de concentrarme más de cinco minutos seguidos en la misma tarea. Para un corte de cuatro días de los cuales dos son fin de semana. ¿Merece la pena arriesgar a una ruleta en la que tu eres la bola? En fin, la vida sigue. Y mi cuerpo, derrotado, en la tarde de ayer, después de que todo apuntara que el 19 era la fecha de corte - porque ni siquiera nos han confirmado la fecha - cayó sobre la cama y durmió. Sin interrupción ni pesadilla. Solo necesitaba eso, un poco de tranquilidad. SABER. No es mucho pedir. Ahora disfrutaremos de un largo agosto. Por una vez se me va a hacer largo el mes en el que cojo las vacaciones. Al final les tendré que dar las gracias y todo. (Y una m...!) © Enviado desde mi iPhone 4S.

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