Erase una vez un lobito bueno
al que maltratraban todos los corderos y había también un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado
Todas estas cosas había una vez
cuando yo soñaba un mundo al revés.
A veces me gustaría que fuera así. El mundo al revés. Más tiempo libre que horas de trabajo. Más ratos de risas que de caras serias. Más amigos y que estos sean de verdad. Más sinceridad y menos hipocresía. Más educación.
Pero hay que tener cuidado con lo que se desea.
Porque ya hay cosas que están al revés. Más niños en orfanatos que padres para ellos. Más tiempo que tienen que esperar esos padres para serlo de alguno de esos niños. Padres que se desesperan, que incluso tiran la toalla por el camino, abrumados por la espera, incapaces de comprender porqué el destino, la vida, la burocracia o lo que quiera que sea les impide encontrarse con esa personita que les espera al otro lado del mundo.
Así que no pido un mundo al revés. Solo pido que las cosas se pongan en su lugar. Si no fuera mucho pedir...
Ojala el mundo a veces, o bueno, siempre, al reves, creo que toda la poblacion seria mas feliz, viviriamos mas a gusto, mas comodos con todo lo que nos rodea, pero por desgracia, el mundo al reves es muy dificil de conseguir.
ResponderEliminarMe encanta, Blanca. Una entrada preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte