Confucio

Hace unos días vi un video en el que una aspirante a Miss Panamá intentaba explicar quien era Confucio. La muchacha no tenía ni idea y balbuceaba algo inconexo sobre los chinojaponesesdeloantiguo y que Confucio fue uno de los que inventó la confusión. Podéis verlo aquí.

Me puse a pensar qué pasaría si a la mayoría de nosotros nos preguntaran algo sobre Confucio. En mi caso, las nociones eran poco más que las básicas, así que creo que hubiera hilado dos frases con sentido. Pero como eso es muy poco, decidí leer y darle cuatro pinceladas por encima a ese boceto tan simple.

Por lo pronto, me sorprendió que su nombre no era Confucio, aunque una vez sabido parece lógico, no es un nombre muy chino. Confucio es la latinización de Kung-Tse.

Kung-Tse nació en el año 551 a.C. y murió en el 479 a.C. De origen humilde, su afición por el estudio y los libros antiguos le llevaron a un puesto de alto funcionario; pronto sus amplios conocimientos le granjearon el sobrenombre de "el sabio": Kung-Fu-Tsu. (Esto ya se parece más a Confucio). Apoyado en esa fama, intentó que los gobernantes adoptaran sus ideas sobre la justicia y la convivencia en armonía, pero su prestigio no bastó y, decepcionado, se refugió en la enseñanza. Tuvo gran cantidad de discípulos a los que enseñó su propia versión de los cinco grandes libros tradicionales chinos. Sus enseñanzas se recogieron en cuatro libros.

El confucianismo no es una religión, sino una filosofía de vida: la búsqueda de la sabiduría mediante el conocimiento de uno mismo, llevando a la práctica una serie de virtudes: la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados. Si los padres son virtuosos, los hijos lo serán. Del mismo modo, si un gobernante es virtuoso, su pueblo imitará sus conductas.

Parece claro que la teoría funciona también al contrario. Así nos va.

Como la humanidad ya de antiguo es amiga de resumir grandes cosas en pocas palabras, nos han llegado hasta hoy muchas enseñanzas de Confucio en forma de proverbios o máximas. He aquí algunos ejemplos:

• “Leer sin meditar es una ocupación inútil". Esta es sobre la que tenía que reflexionar la aspirante a Señorita Panamá. Claro que si solamente lees la etiqueta del champú, la meditación no da mucho de si.
• "El mejor indicio de la sabiduría es la concordancia entre las palabras y las obras" O sea, "haz lo que hago, no lo que digo".
  
• “Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña” Algunos llevamos ya medio Himalaya.
  
• "Las atenciones a los padres son en vida porque después sólo queda el culto" Esta creo que debo escribirla mil veces.
  
• "Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable" Y qué remedio.
  
• "Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos" Mi favorita.
  
• "No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti, ni te hagas a ti lo que no le harías a los demás " Esto debería ser así por ley mundial.
  
• "Ser como el sándalo que perfuma el hacha que lo corta" Alguien dijo: "Poned la otra mejilla". ¿Curiosa coincidencia?
  
• "Oigo y olvido. Veo y recuerdo. Hago y comprendo"
• "Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber." Para cerrar, una ideal para nuestra bella ignorante.
  

Saber más:

http://es.wikipedia.org/wiki/Confucio

http://www.personal.able.es/cm.perez/Confbio.htm

http://www.crystalinks.com/confucius.html

http://www.sacklunch.net/biography/C/Confucius.html

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/confucio.htm

Más frases:

http://www.proverbia.net/citasautor.asp?autor=244

Imagen:  http://onemanbandwidth.com

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